Los tratamientos adecuados, como mesoterapia capilar, PRP o medicamentos tópicos/orales, ayudan a detener la caída progresiva, especialmente en alopecias androgénicas y efluvios.
Estimulan el crecimiento de nuevo cabello
Al activar los folículos pilosos, se promueve el nacimiento de cabellos más fuertes, densos y saludables.
Mejoran la calidad y grosor del cabello existente
Aumentan la vascularización y nutrición del cuero cabelludo, fortaleciendo la fibra capilar desde la raíz.
Tratamientos personalizados según el tipo de alopecia
Existen protocolos específicos para alopecia androgénica, areata, difusa, cicatricial, telógena, entre otras, con enfoques médicos y estéticos combinados.
Previenen la progresión del daño folicular
El tratamiento temprano reduce el riesgo de atrofia o miniaturización definitiva de los folículos pilosos.
Aumentan la autoestima y el bienestar emocional
La recuperación capilar tiene un impacto directo en la imagen corporal y la confianza personal, tanto en hombres como en mujeres.
Compatibles con otros procedimientos estéticos
Se pueden combinar con sueroterapia, dermapen capilar, láser de baja frecuencia o fototerapia para potenciar los resultados.